JORNADA 37 – 28/04/2018 [Osasuna – CD Lugo]
Por Iosune Arévalo Domínguez
Tarde extraña en el Sadar. Extraña por el tiempo, revuelto; extraña por el sabor agridulce que teníamos casi todas las pamplonicas por la (escasa) sentencia a la Manada; extraña por la desilusión con la que gran parte de la afición baja al campo.
Y el equipo sigue sin responder ante una grada que, a falta de cinco partidos para finalizar la liga, ayer explotó y despidió al equipo y al entrenador con una sonora pitada. Y, créanme, que esta afición no es exigente. No exige victorias, ni grandes tardes de fútbol. Solo entrega y que los jugadores suden la camiseta en el campo. Pero una vez más, Osasuna se dejó empatar en los últimos compases del encuentro, alejándose cada vez más del sueño de Primera.
Y, aun así, los números dicen que todavía hay posibilidades de colarse en los puestos de Playoff. Pero todo pasa por que el equipo eche el resto en cada partido, de deje la piel y devuelva a la afición un poquito de lo que demuestra en cada partido.
Una afición que no olvidó ayer a la víctima de, según los jueces, los abusos sexuales de San Fermín y que, pese a todo, seguirá bajando al Sadar para intentar que Osasuna acabe colándose en el sexto puesto de la clasificación.