JORNADA 04 – 18/09/2016 [Osasuna – Celta de Vigo]
Por Dani López
La mañana del domingo se aprovecha para salir con la familia o con los amigos a tomar el vermut. También, según gustos o el tiempo, se dedica a descansar o a hacer deporte. O ir a misa. Pero todo se paraliza cuando hay partido de fútbol. Más concretamente, cuando Osasuna juega en casa un domingo a las 12 del mediodía.
La familia y los amigos se dirigen a un destino distinto del habitual vestidos con las elásticas rojillas. En el Estadio de El Sadar se reúnen casi 15.000 personas para ver a nuestro equipo del alma (y sufrir también), ese que da lo mismo cuándo juegue que siempre estará acompañado. También el equipo rival tiene sus incondicionales, esos que vienen desde Vigo. Una mañana de cánticos, gritos y ánimos diferente a la habitual en el que los colores hacen que te dejes llevar.
Y hay que inmortalizar el momento de esta mañana inusual, en la que los móviles también son protagonistas: selfie con los amigos con el campo detrás, de nuevo otro selfie aunque tu equipo esté sacando un corner y haya una ocasión de gol… Da lo mismo, lo importante es captar el momento y que tú estás ahí. Fotos de los más peques en el campo de sus sueños, delante de sus ídolos. Antes, durante y después. Cualquier momento es bueno para guardar un recuerdo de una mañana de domingo diferente. Y no hay que dejar pasar la ocasión de sacarse un selfie con la querida mascota: Rojillo, que va de una grada a otra, de un lado a otro, animando, dando la mano, siempre con una sonrisa, y fotografiándose con quien lo pide. Porque hay que guardar el momento, el selfie con todo un Rojillo!
Faltó el más importante, el selfie final, el de la sonrisa por la victoria conseguida. Esta vez no pudo ser, pero nos llevamos muchos recuerdos y fotos de una mañana de domingo diferente.