JORNADA 15 – 10/12/2016 [Osasuna – F.C. Barcelona]
Por Patxi Pérez
Ni la niebla ni el frío, ni siquiera el eco sibilino de los días como el de hoy entre Ezcaba, la Higa y el Perdón ni la amenaza de entrar en el territorio Mordor del norte, hicieron posible una victoria o al menos un empate ante un campeón entre campeones.
Los blaugrana sacan primero y como si de una premonición se tratara; ganan. Ellos se presentan en el campo con un cuatro, tres, tres. Los rojillos corren y corren, al son del graderío sur y se quedan en el verde rectángulo con un cuatro, cuatro, dos. En diez segundos se aprecian las estrategias de los directores del juego. Sin embargo, una cosa es la estrategia de pizarra y otra la del terreno de juego. Al fin y al cabo, los directores no corren, no se caen y ni siquiera tiran a puerta, son los jugadores y en definitiva, los equipos los que logran los resultados positivos.
Salvados por el pitido y gracias al tesón, fuerza y empuje rojillo logran durante el primer tiempo de juego un equilibrado marcador a cero. Los Blaugrana no han tenido acierto.
El Sadar sigue siendo un clamor, como siempre, por un lado se oye …blau grana al vent, un crit valent,tenim un nom, el sap tothom Barça, Barça, Barçaaaa… por otros lados, el internacional himno se queda mitigado por el ale, Osasuna ale, ale… Este osasunismo es de las mejores aficiones que podemos encontrarnos y antaño han ganado, no solo en decibelios, los partidos en este estadio. Si fuera por esta animación y ambiente de apoyo de los forofillos hubiéramos ganado, otra vez, pero no, acabamos posicionados en el campo, con cinco, cuatro, uno y lo que es peor, otra vez, como un castigo de los dioses de la Tierra Media, llega tras cumplirse el minuto noventa otro gol. Es el tercero blaugrana.
Suspiros finales que ascienden para mezclarse de inmediato con la niebla y el partido no da para más. Otra vez será Sadar.