JORNADA 11 – 5/11/2016 [Osasuna – Deportivo Alavés]
Por Patricia Huércanos
Osasuna perdió una nueva oportunidad de conseguir la primera victoria de la temporada en casa. Un penalti decidió que los tres puntos se marcharan finalmente a Vitoria, en un partido donde lo más destacable fue el ambiente vivido en el estadio. El conjunto de Enrique Martín Monreal apenas llegó al área rival y, una vez más, lo acabó pagando con una derrota que le hace hundirse un poco más en la clasificación.
Sin embargo, fuera del terreno de juego, El Sadar se vestía ayer de gala para recibir al Deportivo Alavés. Como cantaban continuamente los aficionados albiazules llevaban “toda la semana esperando el partido, para disfrutarlo cada domingo con el Deportivo”. Aunque en esta ocasión no era domingo, sí que una vez más se demostró en las gradas el buen ambiente (o “ambientico”) que existe entre estas dos aficiones hermanadas y cómo disfrutaron ambas animando a sus colores.
Desde la cabina 34 se podía observar sobre todo la euforia y la pasión que transmitían los aficionados del Alavés. No cabía ningún alma más en la zona reservada para los seguidores del Glorioso. Y, aunque había algún rojillo “infiltrado” en la grada visitante, toda la afición albiazul cantó y saltó sin parar durante los 90 minutos del encuentro, haciendo vibrar hasta las cabinas de prensa. Por su parte, la afición de Osasuna tampoco defraudó. Su quiniela personal pronosticaba otro resultado, sobre todo tras ver el rendimiento que demostró el equipo de Martín Monreal en la jornada anterior ante el Athletic. Pero, a pesar de la derrota de su equipo, la parroquia rojilla animó como siempre hasta la conclusión del encuentro.
Quizá un empate hubiese sido el mejor final para la tarde de ayer, sin embargo, ya muchos piensan en la próxima visita a Mendizorroza, no solo por el partido y la revancha que pueda existir, sino por vivir una vez más, en esta ocasión en Vitoria, el “ambientico” que se respira cuando Osasuna y Alavés juegan un partido.