Acerca del premio
La Junta Directiva de Periodistas de Navarra ha decidido instaurar para la fecha de la celebración del día de Santa Teresa, patrona de los profesionales de la información, un galardón que reconozca la labor profesional que distinga a un periodista navarro.
- Entendido como periodista navarro todo aquél profesional que nacido en Navarra desempeñe su labor tanto en la Comunidad Foral como fuera de sus límites, como todo aquél que, no siendo navarro de nacimiento, sea ésta su tierra de adopción y desempeñe su labor en ella.
- Esta Asociación de Periodistas de Navarra se reserva la licencia de poder ampliar los premios a cuantas facetas de la profesión sean dignas de ser destacadas, preservando siempre el premio principal ‘Teobaldo al periodista navarro‘.
- El galardón es una estatuilla de autor. A este galardón pueden optar todos los profesionales de la información licenciados en una Facultad de Periodismo, de Comunicación, inscritos en el Registro Oficial de Periodistas y los miembros de las asociaciones adheridas a la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.
- Serán candidatos todos aquellos que sean propuestos por medios de comunicación, asociaciones de periodistas, asociaciones culturales e instituciones navarras, así como por las entidades que respalden los premios que puedan sumarse. Los candidatos propuestos a los Jurados de los respectivos premios serán seleccionados hasta alcanzar el consenso de un nombramiento, cuya obra profesional será validada por la Junta Directiva de Periodistas de Navarra para recibir el ‘Teobaldo’ que le distinga.
- Siempre será distinguida una persona física. El galardón será entregado en el acto oficial de celebración del día de Santa Teresa, patrona de los periodistas. La primera cita de estos galardones tuvo lugar en octubre de 2010.
Acerca de Teobaldo I rey de Navarra,
IV conde de Champaña y de Brie
Teobaldo, IV Conde de Champaña y de Brie, sobrino de Sancho VII el Fuerte, a la muerte de éste fue visitado en Provins por una comisión de nobles, acompañados por el obispo de Pamplona, y fue invitado a que tomara posesión del Reyno. El 5 de mayo de 1234 hacía su entrada en Pamplona y tres días después era alzado por rey y juraba los Fueros de Navarra. Teobaldo I, rey de Navarra. Su madre, Blanca de Navarra, lo educó y lo formó, siendo la regente de Champaña hasta la mayoría de edad de Teobaldo ya que éste nació una semana después de la muerte de su padre.
Recordando el monarca que el día de su alzamiento como rey de Navarra había jurado guardar sus Fueros, se hacía necesario saber con precisión cuáles eran las obligaciones del rey para con sus súbditos, y las de éstos hacia él. Para ello nombró una comisión compuesta por diez ricos hombres, veinte caballeros y diez hombres de órdenes que, con el rey y el obispo a la cabeza, pusieran por escrito «aqueillos fueros que son e deven seer entre nos et eillos, ameillorándolos de la una part et de la otra como nos con el bispo et apuestos esleitos viéremos por bien». Esta importante decisión, base de la codificación del Fuero General, fue tomada en Estella el 25 de enero de 1238. Se sentaban las bases constitucionales de Navarra.
Seiscientos sesenta y cinco años más tarde, cuando el ministro republicano Gamazo amenazó los Fueros de Navarra, un grupo de periodistas de Pamplona inició una campaña de defensa de los Fueros. Reunieron en el Casino Principal a otros grupos culturales para plantearles la necesidad de la defensa civil de los Fueros. La iniciativa de cuestación popular para levantar un monumento a los derechos y libertades de los navarros fue transmitida a la Diputación, que la transfirió a los Ayuntamientos, y al Arzobispado, que la transfirió a las parroquias navarras. La cuestación resultó un éxito sin precedentes. Así se financió el actual Monumento a los Fueros. Así los periodistas encendieron la llama de la defensa de los derechos, deberes y libertades que Teobaldo ordenó escribir conformando el Fuero Antiguo.
En otros aspectos, introdujo, comenzando por él mismo, el ritual de que los reyes de Navarra fueran ungidos en su Coronación; reorganizó la administración de las finanzas reales introduciendo una técnica fiscal más afinada que aumentó los ingresos del Reyno con expedientes diversos; se hicieron relaciones de rentas reales y cuidó de que fuera recogida en cartularios o registros la documentación de sus predecesores y la suya propia; sentó así las bases del Archivo General, que inició, custodiado en el Castillo de Tiebas que mandó construir; en el Cartulario de D.Teobaldo se apoyaron para confeccionar los Anales del Reyno y las diferentes Historias Compendiadas de Navarra, el padre José Moret, José Yangüas y Miranda y otros. Teobaldo I se esforzó por mantener abiertas para los mercaderes las salidas al mar por los puertos de Fuenterrabía, San Sebastián y Bayona; introdujo las Ferias en Navarra implantando la primera en Pamplona, a la que reservó quince días de septiembre; fomentó la construcción de molinos, riegos y canalizaciones; hizo traer de Champaña cepas de las mejores manzanas y peras; plantó las primeras viñas de vino en Olite, en torno al Palacio Viejo -hoy Parador de Turismo- que él mandó reedificar sobre la vetusta defensa que levantó su tío, el rey Sancho VII el Fuerte, en los cimientos de unas ruinas romanas del s.II.; mantuvo buenas relaciones con los burgueses francos; pactó la paz con Castilla y Aragón; asentó la relación con Inglaterra; y, tras la pérdida de población a causa de las épicas campañas bélicas de Sancho el Fuerte, desplazó champañeses para repoblar el territorio.
Nacido en Troyes (Champaña) en 1201, Teobaldo falleció en Pamplona el 8 de julio de 1253. siendo enterrado en la Catedral de Pamplona. Su hijo, también de nombre Teobaldo, que fue II de Navarra, encargó al esmaltador de Limoges Juan de Chatalat la construcción de su sepulcro. Contaba al morir 52 años y dejó una prole numerosa. Guillermo Atelier recordaba su gobierno como una etapa feliz: “Y luego reinó con gran rectitud, amó mucho la Justicia, de tal modo que durante su gobierno mandó que se tratara por igual al pobre que al rico; fue tan bueno y sabio que mientras vivió hubo gran abundancia en toda Navarra de vino, cereales y otros productos de la tierra«.
Aún y todo, Teobaldo es más conocido como poeta que como gobernante. Ya en el mismo siglo XIII era tenido como uno de los más eminentes poetas líricos de su tiempo. Según Gennrich, fue sin duda el más importante poeta de la primera mitad del siglo XIII, y a la vez el más fecundo de los troveros franceses. Se conservan de él 541 textos y 410 melodías, en lo que supera a cualquier trovador medieval. La riqueza de sus modulaciones en las melodías de sus chansons señala a un músico consumado. De él nos quedan canciones de amor, piadosas, pastorelas, sirventés, canciones de cruzada, un lai piadoso, etcétera.
Así que la Asociación de Periodistas de Navarra ha escogido a este rey nuestro, por su bien hacer, su amor a la Justicia, su buen gobierno, la organización del Reyno, su iniciativa de escriturar los derechos y libertades de los navarros en el Fuero Antiguo, así como escriturar y registrar las actividades de gobierno anteriores a su reinado -desde Teobaldo se encuentran documentos en el Archivo General de Navarra- en el denominado Cartulario de D. Teobaldo, convirtiéndose en uno de los primeros cronistas de Navarra y guía de los posteriores, y por su marcada relación con la Cultura, reflejada en las Letras, y con el Arte, reflejada en la Poesía y la Música. Por todo esto, y porque la primera reunión de periodistas que se encuentra en los anales es la que procuró la defensa popular de los Fueros que Teobaldo mandó escriturar, por todo esto, esta Junta de Periodistas de Navarra lo ha elegido para representar con su nombre el galardón que premie, cada año, a un periodista navarro que destaque sobre otros de manera digna de ser distinguido.