Teobaldo al Periodista Navarro
Otorgado por la Asociación Periodistas de Navarra
Teobaldo al trabajo periodístico de promoción de los Municipios y Concejos de Navarra – Premio Merindad de Olite
Impulsado y patrocinado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Olite
Teobaldo a la fotografía de prensa
Impulsado y patrocinado por el Grupo Zunzarren
Teobaldo al trabajo periodístico en defensa de los valores y derechos humanos
Impulsado y patrocinado por el Grupo MTorres
Teobaldo al trabajo periodístico de promoción de la Cultura de Navarra
Impulsado y patrocinado por Paradores de Turismo de España
Teobaldo al trabajo de periodismo social
Impulsado y patrocinado por CINFA
Teobaldo al trabajo de periodismo sobre Igualdad
Impulsado y patrocinado por el Parlamento de Navarra
Teobaldo al trabajo de periodismo Económico y de Empresa
Impulsado y patrocinado por Lacturale
Teobaldo al trabajo periodístico de Deporte
Impulsado y patrocinado por el Gobierno de Navarra
Magia en Olite para reconciliarse con el periodismo
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La Asociación de Periodistas de Navarra entrega las estatuillas al trabajo bien hecho en un encuentro con la emoción a flor de piel
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Javier Errea, periodista del año, pide defender el periodismo “como sea” para preservar la democracia
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Todos los galardonados reivindican la posibilidad y la obligación del periodismo
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Nuestro presidente, Miguel Ángel Barón, trazó el trabajo de una junta directiva que en primavera finalizará su ciclo legal que denominó de “ocho años y siete noches”, las pasadas en Olite en la ceremonia de los Teobaldo
Olite, 14 de octubre de 2016
El palacio de Teobaldo de Navarra, en Olite, volvió a servir de escenario para los premios del periodismo foral, unos galardones “de periodistas y para periodistas”, como reivindicó un “feliz” Javier Errea, que fue reconocido como ‘periodista navarro del año’. Como era de esperar, el premiado realizó una defensa cerrada de la importancia de los medios de comunicación ante el centenar de miembros y amigos de la Asociación de Periodistas de Navarra que acudieron al Parador de Turismo. En su presentación, nuestro presidente, Miguel Ángel Barón, ya había recordado que “Javier ha dicho o escrito, siempre, cosas que han sido muy difíciles de digerir; siempre en defensa del periodismo; de una defensa a tiros del papel como enseña de vida. Ha tocado aspectos que otros jamás se hubieran atrevido. Con valor. Con mucho valor. Seguro de sí mismo”.
No obstante, su discurso supo ir más allá y alertó de los peligros de la autocomplacencia a la hora de evaluar desde dentro el oficio: vaciamiento de redacciones, paro, precarización, falta de nuevas ideas y pérdida de la función de la prensa como “fiscalizadora del poder político” y “articuladora de valores compartidos” fueron algunos de los males que glosó, y que implican directamente a los profesionales de la comunicación, muchas veces rendidos ante las redes sociales, los ‘likes’, los ‘retuits’ y obsesionados por la viralización de contenidos.
Frente a ese periodismo al peso y los contenidos ‘patrocionados’, Errea abogó por la vía de la calidad y la pureza en el oficio, del que él se siente parte como “periodista fuera de una redacción”.
Agradeció la valentía de la asociación para otorgarle a él este galardón, “un premio valiente que lo agradezco de corazón; agradezco enormemente que hayan pensado en mí como periodista y que reconozcan esta otra labor periodística, la que yo hago, que lo es, o yo creo que lo es, aunque sea menos visible”. Si Miguel Ángel Barón –presidente de la asociación- ya había explicado que Javier, además de constancia, decisión, sacrificio, valor y voluntad para obtener el éxito “añade la palabra, hablada o escrita, porque en personas como él, que las hay, la palabra no es lo que muestra lo que quiere ser sino lo que en verdad es; las acciones solo le valen para vivir. Él vive de las ideas que dibuja con palabras… y eso le da paz o, cuanto menos, lealtad consigo mismo, que tal vez sea lo más complicado de conseguir en esta vida”. “Javier -añadió Barón- nunca ha dejado de escribir y es muy bueno; es de pluma excepcional, certera, clara, limpia…”, y fue el propio Erre quien señaló que “lo que más me gusta del mundo es escribir. Contar historias, contarlas bien. El lenguaje, las palabras, son una herramienta poderosísima. Y además un hermoso milagro. Unas veces esas palabras salen a tu encuentro, otras hay que sudar para encontrarlas. De eso trata el periodismo. De las palabras y de la empatía. Es todo lo que deberíamos llevar en nuestra mochila”.
Errea desgranó los errores cometidos como regalar la información en internet que “para cuando nos dimos cuenta del error ya era demasiado tarde”, regalar todo tipo de objetos con los rotativos, como vajillas y otros, quitando valor a la información y “luego, dejamos que gentes extrañas invadieran los medios hasta el punto de que hoy son, somos irreconocibles”, apuntó.
Dijo que “en los medios los periodistas pintamos poco o nada; mandan personajes del marketing o de la gestión, que muestran una atrevida y desastrosa ignorancia, y que nos están llevando a la ruina. El periodismo les importa un pito. El corazón de los medios ya no es periodístico sino puramente empresarial, y digo empresarial en el peor sentido de la palabra. No se cree en los periodistas, no se les forma”.
Tras afirmar que de la calidad se habla sólo con la boca pequeña, dijo que “la cacareada convergencia consiste en realidad en rellenar de cualquier forma las distintas plataformas, impresas o digitales, y, por supuesto, cada vez con menos recursos y peor pagados”. Y tuvo su mirada en las redes, en Google y en Facebook que “dictan lo que los medios pueden decir y cómo”. Explicó que en las redacciones sólo se habla de SEO, de posicionamiento y que los contenidos de verdad importan poco o nada: “sólo importa lo que genera likes o shares, la dichosa e inútil viralidad. El señor Mark Zuckerberg es, hoy, en la práctica, el director de diarios más poderoso del mundo. El dueño de todos. Y los medios somos tan estúpidos que nos echamos en sus brazos buscando alguna migaja que llevarnos a la boca en lugar de decretarles la guerra total. Porque Google y Facebook, mal que nos pese, son nuestros enemigos”, sentenció.
Javier Errea, acompañado de toda su familia, su mujer, sus hijos, sus padre, sus hermanos y primos, les agradeció a ellos el galardón, en especial “a Elena, que siempre se ha puesto en mi lugar, siempre, para decirme ¡adelante!; muchos años con ella y no sé cuántas vueltas al mundo he dado, ni cuántos países, diarios, redacciones he visitado. Han sido años de verdadera locura, con planes de viaje disparatados y palizas difíciles de imaginar. Días, semanas fuera de casa. Y Elena siempre, siempre me ha dicho lo mismo: ¡adelante! Todo lo que he hecho estos años, este premio que ahora me dais y que tan contento me pone, se deben sobre todo a su apoyo incondicional”.
Barón ya había entrado minutos ante en su capacidad de trabajo y en su férrea voluntad al señalar que “es un hombre con mucha fe en sí y en lo que sueña, que huye de sí mismo, que no se vende… es humilde aunque no un hombre sencillo”, Y añadió que “podríamos imaginarlo de muchas maneras, pero nunca satisfecho porque es meticuloso, le gusta bordar las cosas, perseguir la excelencia en lo que hace… defensor de sus ideas, incómodo, persuasivo… puede ser muchas cosas, pero ¿satisfecho? No, eso no”. Y terminó Barón sus palabras definiendo a Errea: “Me recuerda al ‘loco del pelo rojo’ –indicó-; para mí, Javier es un hombre felizmente atormentado por la genialidad que atesora”.
Durante la noche, la Asociación de Periodistas de Navarra aprovechó la VII edición de los Galardones Teobaldo para agradecer el apoyo y la hospitalidad continuada de Julio Ayesa, en cuyo domicilio comienza cada año este encuentro.
LOS GALARDONADOS
- El responsable de deportes de la Cadena SER en Navarra, el periodista Javier Laquidáin, recogió su premio Teobaldo al trabajo periodístico de deporte. Un galardón impulsado y patrocinado por el Gobierno de Navarra y que agradeció emocionado señalando que «es un honor recibir este reconocimiento por parte de mis compañeros por ejercer simplemente mi pasión: la radio y el deporte».
- Susana Vera, Teobaldo a la fotografía de prensa, ofreció unas palabras llenas de emotividad que le hicieron interrumpir su discurso en tres ocasiones… y es que el galardón lo recibía en casa y acompañada de toda su familia. Susana señaló que “en mis comienzos como fotoperiodista me dieron un consejo que intento aplicar en todos mis trabajos: Llega la primera y márchate la última. Los momentos previos y posteriores a la cobertura de actos fabricados para la prensa son los únicos en los que la realidad se manifiesta sin el lastre del artificio, cuando la luz de los focos se apaga. Vuestro reconocimiento a una imagen que retrata uno de esos instantes me anima a seguir perseverando, sobre todo en estos tiempos en los que la credibilidad de nuestra labor está en entredicho”.
- Jaione Donázar, Teobaldo al trabajo periodístico de promoción de los municipios y concejos también se vio asaltada por la emoción cuando se refirió a su familia, presente en el acto y destacó “las horas que esta profesión le ha “robado” a mis seres queridos, en especial, a mi hija”.
- Álvaro Gárriz, Teobaldo al trabajo de periodismo Económico y de Empresa, se mostró especialmente emocionado y agradecido por su reconocimiento, y reconoció que se sentía un tanto abrumado ante el currículum de sus colegas premiados, ya que el suyo está en gran parte por escribir dada su juventud.
- Carolina Gamazo, Teobaldo al periodismo de Igualdad, envió un video desde Guatemala en el que la mezcla de su sonrisa y la dura experiencia que detallaba, explicada con naturalidad, emocionó también a su familia. Agradeció que se hubieran acordado de ella y de su trabajo en defensa de los más débiles de Guatemala, donde trabaja desde hace 6 años.
- Unai Beróiz recibió el Teobaldo a la defensa de los valores y derechos humanos, por sus reportajes gráficos en campos de refugiados sirios en Europa, pidió que “no se mire a otro lado ante lo que está ocurriendo”.
- Jesús María Montes-Fernández recibió el Teobaldo a la promoción de la Cultura y “destacó que el periodismo es vocacional y sólo con pasión se puede llevar a cabo.
- Quien también quiso compartir su premio fue Pilar Fernández Larrea, Teobaldo al periodismo social. Compartir con todos los protagonistas de sus “Crónicas menudas”, niños a los que la vida les ha puesto duros obstáculos. Y dijo que “Apuesto por la información local. Al menos yo, redactora en un periódico regional. En la era tecnológica es lo único que nos diferencia en un entorno que consume información cada segundo. Las historias que tenemos más cerca, en nuestro pueblo, en nuestro barrio, en nuestra calle, noticias a la vuelta de la esquina. Es el trabajo diario de muchos compañeros que estos días me han felicitado, por eso digo que tengo a mi alrededor muchos ‘teobaldo’”. Al final, también recordó a su familia, a su madre, “que hubiera recortado mañana la crónica de este encuentro”.
OCHO AÑOS Y SIETE NOCHES
Miguel Ángel Barón, presidente de la APN, cerró las intervenciones trazando el trabajo de una junta directiva que en primavera finalizará su ciclo legal que denominó de “ocho años y siete noches”. “Siete noches como ésta –dijo-, únicas, en la que cada una de ellas ha tenido su tiempo, su momento, su intensidad y su inmensidad”. Finalizó dando las gracias a todos “por haber estado siempre aquí, ocupando un espacio que tal vez nunca podamos llenar porque el reconocimiento a tantos compañeros que saben hacer su labor es algo inabarcable, pero sí, os debo mi gratitud por haber dibujado aquél sueño que anhelamos en 2009, por haber hecho realidad estas siete noches mágicas de Olite que entre todos hemos inventado”.
Se refirió a cada miembro de la Junta Directiva con los que “ha sido una gozada y una experiencia única trabajar”. “Yo he sido la cara más visible de esta asociación –explicó-, pero solo ha sido eso… he sido el que ha tenido la suerte de enseñar la labor de todas las personas que me han rodeado y sin las cuales yo no habría sabido dar ni un solo paso”. “Os he decir, también –añadió-, que si hemos llegado hasta aquí es porque nos hemos sentido queridos, en cierto modo, que es lo que te da fuerzas para aguantar y que sepáis que estamos orgullosos de vosotros y siempre con ‘esa cosa’ de que podíamos haber hecho algo más, seguro, pero estamos orgullosos de todos vosotros y eso es lo más importante”.
“Han sido ocho años y siete noches –explicó-; siete noches como ésta –dijo-, únicas, en la que cada una de ellas ha tenido su tiempo, su momento, su intensidad y su inmensidad”. Finalizó Miguel Ángel dando las gracias a todos “por haber estado siempre aquí, ocupando un espacio que tal vez nunca podamos llenar porque el reconocimiento a tantos compañeros que saben hacer su labor es algo inabarcable, pero sí, os debo mi gratitud por haber dibujado aquél sueño que anhelamos en 2009, por haber hecho realidad estas siete noches mágicas de Olite que entre todos hemos inventado”.