El pasado viernes 17 de Octubre la Asociación de Periodistas de Navarra hacía entrega de los Galardones Teobaldo al Periodismo navarro en el transcurso de una emotiva gala en el Parador de Olite que tuvo como colofón las palabras de Miguel Ángel Barón, presidente de la Asociación de Periodistas de Navarra que aquí reproducimos
Hoy es el quinto aniversario de los Teobaldo, desde 2010; cinco años de estatuillas en Olite para los compañeros que, a nuestro entender, realizan una buena labor. Pero no es del todo cierto que sean cinco años. Para ser más riguroso, diré que un año antes, en Pamplona, en 2009, inauguramos estas estatuillas en un homenaje a los periodistas veteranos… a los viejos; me gusta llamarles viejos. Quedaba poco para el Centenario de la Asociación y quisimos recordar a los de mayor edad. En aquella ocasión, Arturo Gracia, José Luis Larrión y Juan Indave recogieron estos galardones por la labor de toda una vida y en representación de todos los demás.
Los que allí estuvimos no olvidaremos jamás cuando Juan Indave, con un aspecto impecable, con su pelo blanco y sus ojos azules, aunque devorado por dentro por una enfermedad que acabaría con él ocho semanas después, recitó un verso dedicado a su mujer que, como dijo, es “la que me cuida y me mima”. Fue enorme. Se escuchó el silencio. José Luis tampoco está con nosotros.
Aquél día, dijimos lo siguiente:
“Hoy nos acordamos de ellos, de todos. De aquellos periodistas que se dejaron la piel en la calle y se abrasaron los ojos en aquellas galeradas amarillentas; que tuvieron que robar muchas horas a la familia y a la noche porque así era el oficio. Duro. Muy duro; apasionante oficio.
Periodismo de libreta y boli, de contacto humano, de robar historias a la Historia de la ciudad. Y escribirlas. Periodismo de linotipias, de manguitos, de componer, letra a letra, el periódico del revés para que se pudiera leer al derecho.
Periodismo de compañerismo, de amistad, de buenos ratos, emborrachados con el olor agridulce de la tinta. Este periodismo es el que hicieron estos compañeros, veteranos; muchos de ellos ya no están con nosotros.
Fue su forma de vida y, estoy seguro, volverían a vivirla igual porque no sabrían hacerlo de otra manera. Siempre les agradeceremos esa vida que dedicaron al periodismo”.
Esto dijimos. Yo conocí a muchos de aquellos y os conozco a vosotros. La verdad, no os diferenciáis en mucho. Es una suerte que siga habiendo gente así.
- Marta; ¡Cuántas horas, cuánto ir y venir! Vives días interminables pero abarcables porque tú los haces así. Qué difícil es mantener el listón en dónde hay que mantenerlo para seguir viviendo. Lo haces muy bien. Enhorabuena.
- Iván; Iván no es un tipo normal, no, no lo es. Qué te voy a decir a ti que no sepas. Sabes que eres el periodista que yo quise ser. Así que lo demás sobra. Enhorabuena.
- Ana; Fuimos compañeros. Siempre sonreías cuando levantabas la mirada. Y ahora tienes la mirada puesta –y por tanto la sonrisa- en los que necesitan ser escuchados. Haces una labor estupenda. Enhorabuena.
- Fernando; a Fernando le quisimos dar este galardón hace cuatro años. Pero faltaba un requisito importante. Por fin ya tienes el Teobaldo. Te gusta lo que haces, persigues tu objetivo y eso es lo más importante para ser feliz. Enhorabuena.
- Daniel; viejo rokero curtido en la batalla diaria que supone sacar adelante una publicación como la que diriges. No hay respiro en esto, pero lo consigues. Enhorabuena.
- Asun; cuando el que escribe literatura es un periodista, se encienden lucecitas ahí arriba; si además es mujer y ha sido empujada por sus hijos, ocurre esto; que habrá muchos cuentos en el mundo; pero no son como los tuyos. Enhorabuena.
- Rebeca; la amabilidad hecha persona. Tienes un equipo formidable, lo sabemos, pero esa magia que aportas desde los camerinos hasta la pantalla sólo la consiguen los que tienen la varita. Y tú la tienes. Enhorabuena.
- Ruben; estamos encantados de que te hayas llevado este galardón. Eres un tipo estupendo, un buen periodista y, seguramente, un buen padre de familia, que no es poco. Enhorabuena.
- Alicia; con Alicia tomé un café hace una semana para corroborar un dato esencial para que pudiera ser candidata a este galardón. En un momento de la conversación se quedó inmóvil, con la mirada fija en ninguna parte. Quizá se habría subido a su foto de wasap en la que El Principito vuela en esos sus mundos imaginarios. No lo sé. Pero lo que sí sentí frente a mí fue una mujer con el corazón cansado que sonreía con el alma. Y eso te hace enorme. Enhorabuena.
Y ahora, antes de llegar a Aritz, voy a hacer dos apuntes.
- Uno. Entre los galardonados no hay nadie de la radio. No voy a pedir disculpas, porque los jurados son justos. Pero sí que me da pena. Tal vez nos ocurra que los tenemos tan cerca que… es como cuando llevamos flores al cementerio a quien no se las hemos llevado en vida porque los teníamos demasiado cerca. Error. La radio es tan de la familia… nos acompaña en casa, en el coche, la llevamos encima en el móvil… no sé. En Navarra hay un montón de emisoras que hacen una información formidable, permanente, inmediata… os mando un abrazo y que el año que viene os veamos por aquí.
- Y el segundo apunte también es un reproche. En los últimos cuatro años hemos estado sujetando las pancartas reivindicativas de Diario de Noticias y de Diario de Navarra. Hemos silbado, cantado y coreado eslóganes en la calle antes diferentes sedes. Yo soy de los que piensan que nada se consigue con una pancarta, pero, al menos, la ciudad se enteró de los que nos pasaba. Nos llamaron y allí estuvimos.
En Diario de Noticias, hubo un ‘ere’, dos rebajas en el sueldo y algún despido. Al final, consiguieron aplacar la embestida y siguen reconduciendo la situación. En Diario de Navarra llevan ocho meses con el sueldo rebajado a la mitad, por si no lo sabían ustedes, al 50 por ciento. Estamos hartos de que sean los periodistas quienes paguen las consecuencias de la mala gestión de los medios de comunicación. Aquí, allí y dónde sea. Esta redacción está cobrando la mitad y, sin embargo, no se nota. ¿Saben por qué? Porque les gusta lo que hacen, porque a un periodista le pagarán cuatro pero siempre va a trabajar por cuarenta. Porque esto es la confirmación de que el periodismo es un oficio, un modo de vida y el periodista no va a regatear esfuerzos, no, nunca, jamás, a tenor de su sueldo.
Les puedo llamar, he trabajado con los dos, pero es mejor hacerlo aquí porque queda constancia y se van a enterar igual. Les digo a los directores de los dos periódicos, a Inés Artajo y a Joseba Santamaría, que apoyen a los suyos; no digo que no lo estén haciendo, no estoy diciendo que no lo hagan, digo que vayan a muerte, que estos son los suyos, que se la jueguen por su redacción cuantas veces sea necesario porque les van a responder, porque así lo están demostrando cada día.
El periodismo no está en crisis; están los medios de comunicación. O la tecnología les ha cogido con el pie cambiado y no han sabido adaptarse, o hay demasiada ambición, pero, en definitiva, hay mala gestión y no deben pagarla los de siempre. Ya vale.
El pasado lunes tuvo lugar el juicio de los trabajadores contra Diario de Navarra. Esto es terrible. Sea cual fuere la sentencia de los jueces, pido a los gestores del periódico que actúen para que reine la cordura; sea cual fuere la sentencia, que no olviden que el colectivo de periodistas ya ha sufrido demasiado y que ellos son los únicos que pueden sacar esto adelante, como lo están demostrando.
Bien. Dicho queda. Que vuelvan las aguas a su cauce; que nuestros compañeros de los medios de comunicación y los que, como se dice ahora, están ‘en busca activa de empleo’, encuentren el sosiego y el lugar en el que poder vivir dignamente y trabajar en aquello que eligieron; que este mágico oficio se fortalezca por el bien de la sociedad a la que sirve.
Ética, rigor, calidad, honradez y que nos dejen hacer. Nada más necesitamos.
Por todo ello: Larga vida al Periodismo.