JORNADA 19 – 22/01/2017 [Osasuna – Sevilla F.C.]
Por Laura Celigüeta
El fútbol forma parte de nuestras vidas. No es solamente un entretenimiento o momentos de ocio, sino que también forma parte de la sociedad en la que vivimos. El fútbol es un espectáculo que cada fin de semana reúne a miles de seguidores con un mismo objetivo, con un mismo sentimiento, con un mismo corazón.
Los colores y los cánticos forman parte del ADN de esas personas que se congregan para disfrutar con su equipo. Pero esas personas se sienten parte de la sociedad en la que viven y expresan también en el campo sus propios sentimientos y sus rechazos. Así fue la mañana del domingo en el Estadio de El Sadar, donde con un «sonoro» minuto de silencio se dijo NO a cualquier agresión machista. Los jugadores y la afición quisieron arropar así a los familiares de la última víctima machista en Navarra. Una afición plenamente comprometida con la violencia de género. Qué pena que a renglón seguido tengamos que citar también la exhibición de una pancarta por parte de la afición sevillista en la que se daba apoyo a un presunto violador. Parece que van a seguir teniendo que ser necesarios esos minutos de silencio para concienciar a toda la sociedad desde el fútbol de que la violencia machista no se puede consentir en ninguna de sus manifestaciones.
El equipo comenzó con mucho ánimo y mucho brío, hablándole de tú a tú a un rival que a priori se mostraba superior, mirando a Osasuna desde los puestos altos de la tabla. Un Sevilla que está de moda en la Liga. Pero el equipo navarro parecía que iba en volandas de la propia afición. Aunque ya sabemos que esta es la primera división y no te puedes descuidar ni un segundo.
Durante todos los minutos del encuentro la afición demostró que estaban allí para arropar y dar ánimos en esa fría mañana de invierno. Los cánticos y los ánimos para Osasuna se sucedieron durante todo el encuentro, no sólo cuando se ponía por delante sino cuando sufría los reveses en su propio marcador. Una afición que no permitió en ningún momento que el equipo pasase frío, una afición que se mostró cercana y dispuesta a darlo todo. Porque ya lo dice el cántico: «ser de los que ganan es muy fácil, ser de Osasuna me parece mejor«.