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Testigo mudo

JORNADA 35 – 30/04/2017 [Osasuna – Deportivo de la Coruña]

Por Javier Solano

Con el canto del Riau Riau por parte de la afición rojilla Osasuna dio ayer inicio en El Sadar a una travesía, de momento interina, por la segunda división del fútbol español.

Podríamos sospechar que con el frío domingo de abril que Iruña vivió ayer el osasunismo estaba predestinado a ver un triste día de fútbol. Pero nada más lejos de la realidad. Con una afición heroica que no acusó el saber que a partir de agosto su equipo militará en la segunda categoría del fútbol nacional y un público que, a pesar del puente festivo, no faltó a su cita con el equipo rojillo, Osasuna mantuvo la ilusión una jornada más.
En un arranque de partido para olvidar, Osasuna avasalló al Deportivo con sus ganas de agradar y no tardó en convertir ese deseo en goles con un tanto anotado por Steven en el minuto 4.

El Deportivo de la Coruña esperaba encontrarse a un Osasuna ya descendido desde la semana pasada y sin nada en juego más allá del orgullo y la dignidad de finalizar lo mejor posible una nefasta temporada pero no contaba con el tirón y empuje de la afición osasunista que es capaz de motivar a amedrentar al osasunismo hasta darle alas.
Aunque el resultado no pasó del empate dejó claro que Osasuna puede estar orgulloso de una afición que no se piensa despegar de su equipo cualquiera sea la categoría en que se encuentre. Hasta el punto que el partido finalizó con una pancarta de los jugadores de Osasuna agradeciendo el apoyo de la afición rojilla. Un gesto bonito y humilde a la par que necesario.

Y como testigo mudo privilegiado, el nuevo videomarcador que ayer estrenaba el Sadar que mostraba claro el resultado final del encuentro, un 2-2, mientras todo el estadio coreaba un grito esperanzado por el futuro de su equipo: «!!!volveremos a primera, volveremos otra vez!!!«.