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La FAPE pide a sus socios solidaridad con los periodistas turcos

Insta a que participen, este viernes, 21 de octubre, a través de las redes sociales, en la campaña de la Federación Internacional de Periodistas con la que se pretende alertar sobre la crítica situación que soporta el sector en Turquía, donde 90 profesionales de la información siguen encarcelados, 2.500 han perdido su puesto de trabajo y 130 medios han sido prohibidos.

Periodistas y trabajadores del Centro Internacional de Prensa se suman a la acción solidaria con sus colegas encarcelados en Turquía. Entre ellos (2ª, 4ª y 5ª, de izquierda a derecha, en la fila delantera), el secretario general y la presidenta de la FAPE, Jesús Picatoste y Elsa González, y el miembro del Comité Ejecutivo de la FIP, Paco Audije.

Periodistas y trabajadores del Centro Internacional de Prensa se suman a la acción solidaria con sus colegas encarcelados en Turquía. Entre ellos (2ª, 4ª y 5ª, de izquierda a derecha, en la fila delantera), el secretario general y la presidenta de la FAPE, Jesús Picatoste y Elsa González, y el miembro del Comité Ejecutivo de la FIP, Paco Audije.

 

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), pide a sus asociados que participen, a través de las redes sociales, en la acción solidaria con los periodistas encarcelados en Turquía organizada para este viernes, 21 de octubre, con carácter internacional.

Con esta iniciativa se persigue que informadores de todo el mundo se fotografíen sosteniendo un papel que contenga el nombre impreso de un periodista encarcelado en Turquía,para publicar después esa imagen en las redes sociales con el hastag #FreeThemAll. La acción también incluye la petición digital al Gobierno de Erdogán para su liberación inmediata y el restablecimiento de la señal de todas las emisoras de radio y televisión. Dicha acción forma parte de la campaña “Liberad el periodismo en Turquía”, organizada por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que está adscrita la FAPE, y en la que también participa la Federación Europea.

La FAPE ha hecho públicas en repetidas ocasiones, desde hace años, su preocupación y repulsa ante la situación que viven los periodistas y los medios de comunicación en Turquía, situación que ha empeorado de forma alarmante tras el fallido golpe de estado del pasado 15 de julio, al que siguió un estado de emergencia que, hasta el momento, ha provocado que 90 periodistas permanezcan encarcelados y 2.500 hayan perdido sus puestos de trabajo. Además, más de 130 medios de comunicación han sido prohibidos y se han emitido docenas de órdenes de arresto contra sus trabajadores.

La FAPE ya advirtió al Gobierno turco, tras el intento golpista del pasado julio, de que el respeto al derecho de información es irrenunciable para cualquier estado democrático. En esta misma dirección, su presidenta, Elsa González, envió, el pasado 1 de agosto,  una carta al embajador de Turquía en España,  Ömer Önhon, en la que le solicitaba que traslada al Gobierno de Erdogán la preocupación de la Federación por la situación que atraviesan los medios de comunicación y los periodistas en su país.

“Entiendo que las situaciones políticas, por muy graves que sean, no son excusa para buscar culpables en los medios de difusión. En todo caso, y como propugnamos en España, están los tribunales para perseguir los posibles delitos contra el ordenamiento jurídico que hipotéticamente se puedan cometer desde los medios. Auspiciamos desde siempre la paz, la libertad y la democracia para su, para nosotros, muy querido país que deseamos ver entre los más avanzados del mundo en el respeto a los derechos humanos y a la libertad de prensa.

Es por ello que agradezco traslade a su Gobierno ésta nuestra preocupación, en la esperanza de la normalización para los medios y la puesta en libertad de los periodistas detenidos”, decía González en una carta que no ha obtenido respuesta.

Por último, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España ha mostrado su repulsa y preocupación ante la situación de indefensión y desamparo padecido por las periodistas españolas Beatriz Yubero y Natalia Sancha tras ser detenidas y deportadas por el régimen de Erdogan, y las intimidaciones y “pinchazos” telefónicos sufridos por Lluís Hurtado en Turquía.